PREGUNTAS FRECUENTES
PREGUNTAS FRECUENTES
Fábrica de Arte Cubano, creada por el artista multidisciplinario X Alfonso, se inspira en las vivencias personales de su fundador y líder, quien en la niñez convivió en una casa donde se reunían artistas de disímiles manifestaciones. Más tarde, en la Escuela Nacional de Arte, vuelve a vivir la experiencia de la coexistencia armónica entre las artes.
El primer antecedente del proyecto data del año 2008, cuando de forma itinerante se realizaron varios intentos en las naves del Recinto Ferial Pabexpo. Posteriormente, en 2012, el Ministerio de la Industria Alimenticia, conociendo del proyecto y por solicitud de X Alfonso, cede unos de sus almacenes en desuso al Ministerio de Cultura para uso exclusivo del proyecto Fábrica de Arte Cubano.
Fábrica de Arte Cubano es marca y concepto de X Alfonso, con acreditación internacional asentada en el Registro de Marcas y Patentes. El espacio físico de FAC pertenece al Ministerio de Cultura de Cuba, específicamente al Centro Nacional de Música Popular, entidad perteneciente al Instituto Cubano de la Música. El concepto, curaduría y funcionamiento artístico es totalmente liderado por X Alfonso, en conjunto con los especialistas de cada área artística.
Fábrica de Arte Cubano no ha recibido ningún tipo de subvención, ni cubana ni externa, y todo lo que existe actualmente fue construido poco a poco y gradualmente con el esfuerzo personal de X Alfonso y de todos los artistas que integran este proyecto.
Todos los bares, restaurantes, y servicios dentro de FAC pertenecen a trabajadores por cuenta propia (artesanos o cuentapropistas), quienes pagan una renta por su local al Centro Nacional de Música Popular. Este grupo de trabajadores por cuenta propia atribuyen voluntariamente parte de su ganancia al mantenimiento y a la compra de equipamientos para FAC.
La gestión financiera de las entradas, alquiler de espacios a artesanos y cuentapropistas, y contratación artística está a cargo del Centro Nacional de Música Popular del Instituto Cubano de la Música. Parte de los ingresos de las entradas en FAC, después de pagados impuestos y salarios de la plantilla, reingresa para la sostenibilidad financiera del espacio. FAC resulta, desde su concepción, un centro cultural autofinanciado de forma sostenible.